...sin INSTINTO, sin EXPRESIÓN...
EL HUMANO PIERDE EL CONTACTO CON EL SER Es urgente volver al arte.
El curso de la vida es un proceso de creación entre música y danza, con dos caminos a seguir. Por una parte, los bailarines pasan por el transcurso de la vida en la tierra y por la otra, los músicos desarrollan la evolución de los instrumentos y su aparición en el tiempo. MÚSICA Y DANZA…DANZA Y MÚSICA… ¿Quién decidió separar la unidad?… ¿La máquina?, ¿Las nuevas tecnologías?
En el curso de la vida, la música se ha creado sobre patrones de movimientos interpretados por los bailarines. En directo los músicos conversan con la danza dotándola de una pátina de elegancia y de eficiencia interpretativa que permite visualizar una ejecución limpia, nivelada, plásticamente atractiva e interesante desde distintos puntos de vista.
Espectáculo patrocinado por La Fundación Unicaja
Imaginen que pudiera detenerse el paso implacable del tiempo, que pudiera aminorarse y acelerarse. No imaginen más, acompáñennos en nuestro viaje a través del tiempo…
David Segura y Pepa Martín, se adentran en una aventura viajando por las 7 maravillas del mundo, con el fin de descifrar y entender el manuscrito que su amigo le dejó, después de una larga aventura retrocediendo, acelerando y ralentizándole en el tiempo, lograran descifrar lo que hasta ahora la ciencia no ha encontrado una explicación formal. Descubrirán que las siete maravillas del mundo, se reduce a una sola, la que ha movido y construido cada una de ellas…
Vivimos en un mundo cotidiano y civilizado donde nuestros anhelos y deseos más primitivos, junto con nuestras pulsiones animales, debemos mantenerlas bajo control, pero cuando bailamos... Nuestro control disminuye y esos deseos entran en acción.
En un país donde no existe el color, donde todo es blanco y negro, Pepa y David, junto al Mago Cornelius y su libro mágico, irán creando colores mediante los conjuros que dictan los estados de ánimo asociados a cada color. La aparición del malvado negro que no quiere que el mundo se coloree, provocará un inesperado hallazgo, el arcoíris, y con éste, descubrirán que todos los colores parten del blanco, que no hay color, sino luz. Una historia llena de humor, fantasía, pasión, furia y un sin fin de emociones, provocadas por él estado psicológico que provoca cada color.
Este montaje nos habla de la lucha por alcanzar nuestros sueños, y del esfuerzo, y la satisfacción, que esto conlleva. En esta obra se integran el estilo de danza académica, la danza urbana, la música en directo, la narración y las nuevas tecnologías. Destinado a un público joven genera un ambiente que propicia el gusto por las artes, así como el uso y disfrute de éstas como instrumento de desarrollo personal. Busca potenciar en ellos/as la capacidad de empatizar con quienes le rodean, con la idea de crear un sentimiento de igualdad y respeto, así como potenciar la autonomía y la seguridad en sí mismos sin juzgar a los demás.
Establecer puentes, una intención vital de trascender la dimensión del tiempo y los condicionantes culturales. Reconectar a través del trance creador con el más profundo impulso ancestral. Un salto al vacío donde todo se vincula.
Un acto bajo el propósito de encontrarse en lo desconocido.
Un proceso de inducción, de retroalimentación y de materialización de la singularidad posible.
David Segura, bailarín y coreógrafo y Alberto Tarsicio, artista plástico y músico, se unen para darle vida, a líneas, rallas, círculos...
Todo un vocabulario que David Segura y Alberto Tarsicio crean a través de la pintura la danza y la música.
Pancracio concibe en sueños sus creaciones más precisas. El ambiente onírico en que desarrolla su inventiva y la perfección de sus criaturas le hacen confundir la realidad con la ficción. En el día a día asiste a una continua metamorfosis de sus marionetas, que, una vez manipuladas, terminan cobrando vida mediante la danza; sin embargo, su delirante actividad afecta a sus propias hijas, criadas entre telas, alfileres, maderas y serruchos, e ignorantes del mundo fuera del taller, sin reparar en que va privándolas de su libertad. Pone en práctica el doble juego de personificar a los objetos y cosificar a las personas. Dentro de la misma dialéctica ficción-realidad, perdura la idea del creador condicionado, del difícil deambular del arte por la senda de la libre creación.
En algún momento de nuestras vidas, hemos vivido situaciones en las que teníamos que decidir si dejarnos llevar por los sentimientos y emociones, o actuar según las convenciones sociales. A veces, escoger el camino de la racionalidad sería lo más sencillo, pero... ¿ por qué no arriesgar y hacer caso a los sentimientos?. Este espectáculo os sumergirá en una fusión de estilos, donde lo clásico y lo moderno irán cogidos de la mano. La razón, lógica y calculada, será interpretada por los maravillosos y elegantes movimientos del ballet clásico, mientras que el sentimiento, impulsivo y desordenado, será interpretado por las impactantes y fluidas acrobacias del break dance. Todo ello, irá acompañado por una banda de rock, que nos hará introducirnos en una aventura cargada de emociones.